'La poesía es un retrato sin pudor de los huecos que dejan las personas en nosotros'. MC

martes, 24 de junio de 2014

No te olvides de querer conocerme.

No digas que me conoces
si no me has visto llorar,
si no me has visto temblar de miedo.
                                         Ni volar.

No lo digas         por favor
si no has presenciado una de mis caídas en picado
ni una de mis noches de matar los sueños despertándolos.
Si no conoces el color del confeti de mis victorias
              ni mi forma de peinarme para estar sola.
Tampoco lo digas si no me has visto dándome por vencida,
   hundida,
             perdida.
Si no me has escuchado hablar dormida
ni recitar poesía en alto mientras preparo la cena.
Si no te has reído oyendo como canto en la ducha
ni te he dejado acompañarme cuando en noviembre bailo ballet en el salón.

No me conoces si no me has visto mirando el mar
si no reconoces mi sonrisa de hoy el mundo me duele
si no eres capaz de entender lo que digo  
cuando no uso las palabras.

No digas que me conoces,
                       no lo digas,
si tampoco me has visto cuidar las frambuesas del jardín
ni esperar en la calle a que me moje la tormenta
                     solo porque me gusta su forma de entrar sin llamar.
No lo digas si no sabes cómo abrazo
si no te he explicado porqué me gusta el brillo de Madrid.

No me conoces si no he compartido contigo mis sinsentidos
                                                        ni mis creencias
                                                        ni mis abrigos
si no te he confesado mis torpezas
ni las metas de mis fantasías.
No lo digas si no te he dado razones para pensar
que lo que más odio
                  es odiar.                                                                                                        
Que lo que más me gusta de este mundo                                                                
es que aún hay gente que piensa que el amor
es y está
  por encima
     de todas
         las cosas.

No digas que me conoces
porque entonces, creerás que he dejado de ser un misterio para ti
y en otro entonces diferente
te olvidarás de querer conocerme.

No lo digas
porque me apuesto este verano  a cañas
a que no cumples ni una décima parte
de las condiciones anteriores.

No lo digas, porque         no            es verdad.

Pero no importa                          
                         aún tenemos   mucha vida para conocernos.




MC


domingo, 15 de junio de 2014

Destino: Futuro.


Queridas personas del futuro:

Os escribo desde vuestro pasado que es mi presente.
Hoy es dos de abril de 2014,
llueve en casi todo mi país (España) porque estamos en primavera.
En las noticias dicen que vamos a tener que 'apretarnos los cinturones'
-otra vez-
porque estamos en crisis y hay que salvar bancos.
Las calles de Grecia están en guerra.
Nuestras gentes han salido a las plazas con el sol por bandera
y las manos llenas de palabras para cambiar el mundo. Y nos han insultado, mucho.
Los ricos son cada vez más ricos y cada vez hay más.
En contrapartida, los pobres cada vez son más y más pobres.
Han metido en la cárcel a un juez por destapar un caso de corrupción política.
Echamos de menos a Robin Hood. No sé si sabéis quién es.
Además, en Vietnam ha habido un atentado y han muerto 12 niños.
Estados Unidos y Rusia últimamente no están contentos. (Para variar).
Y están todos tan ocupados con el dinero que ya nadie habla del hambre en África.
De todas maneras, ayer empezó abril
y yo qué sé,
el mundo sigue siendo bonito.
Todavía existen los niños que juegan con botones
el olor a lluvia
las mariposas amarillas
los donantes anónimos
los buenos amigos
las familias
los refranes
los poetas
y la música.
Que ya es suficiente para querer vivir.
¿Cómo es el mundo ahora? En vuestro ahora, quiero decir.
Ojalá hayáis inventado la máquina del tiempo y podáis responderme pronto.
En fin, me dirijo a vosotros, queridas personas del futuro,
porque supongo que ya habréis alcanzado muchas de las metas que para nosotros ahora se presentan imposibles, supongo que para vosotros ahora es ciencia lo que para nosotros aún es magia.
Por eso quería daros unos consejos para ser mejores:
1. No le pongáis precio a la cura contra el cáncer, ni a la vacuna contra el sida.
2. No hagáis ciudades en la Luna, llenadla de flores. Los tulipanes rojos son una buena idea. Ah, y no masifiquéis las playas en Marte.
3. No prohibáis los besos en la calle, ni censuréis la novela negra.
4. La asignatura de música en enseñanza obligatoria necesita un cambio. No puede ser que termine el curso y la gente no sepa diferenciar a Mozart de Bethoven, a Led Zeppelin de Nirvana, al Chojin de Nach, a Sabina de Silvio Rodríguez.
5. Fomentad los viajes que no dejan huellas.
6. Cambiad la definición de guerra de los diccionarios, quiero que esté en pasado, en las enciclopedias, y que duela imaginarla.
7. Plantad 10.000 árboles por cada nueva carretera.
8. Obligad a las personas a mirar el mar en silencio durante diez minutos, mínimo una vez al año.
9. No queméis los palacios antiguos de las ciudades, reconstruidlos, y poned un barrio de las letras en cada capital.
10. Hablad de escuchar, de golondrinas y de sueños en vuestros discursos políticos.
11. Cambiadle el color al asfalto.
12. Decidle a América que deje de poner capas a sus héroes. Que luego la gente deja de luchar.
13. No les digáis tan pronto lo de los Reyes Magos.
14. No pongáis semáforos en el cielo, por favor, no lo llenéis de tráfico.
15. Habladles mal de nuestros presidentes y reyes.
16. Habladles bien de nuestros poetas.
17. Sustituid los bancos por bibliotecas, con el tiempo veréis el resultado.
18. Subid los precios de los antidepresivos y bajádselos al cine de humor.
19. Recordadles que lo único que está por encima de todo es el amor.
y 20. No les digáis nunca, nunca, nunca,
nunca
que el ser humano es malo por naturaleza, porque se lo creerán.

Son 20 consejos. 20 ruegos desde el pasado. Tal y como están las cosas creo que no es mucho pedir.
Creo que el planeta tierra, la gente y la historia lo agradecerán algún día.
Por favor, no subestiméis mis palabras que son el pasado, ni descuidéis el presente, ni juguéis con el futuro, como hacen ahora los nuestros.

Con esperanza,


Fdo: el pasado.