'La poesía es un retrato sin pudor de los huecos que dejan las personas en nosotros'. MC

domingo, 29 de diciembre de 2013

Azoteas

A veces me sorprendo a mí misma
preguntándole al pasado
por el paradero de sus presentes.
Siempre me inquietaron las despedidas para siempre
y a menudo les reprocho a los que ya no están
mi torpeza al no entender los hasta nunca.
Creo que querer entenderlo se parece bastante a golpear los cristales de una pecera
y a mí siempre me gustó más el mar
porque en él podías mirar lejos sin encontrar  fronteras.

A veces me asomo al balcón
regateándole estrellas al cielo,
buscando oxígeno entre el humo,
inventando las desgracias de la gente que me encuentro por la calle
como si así yo fuese un poco más Dios y menos tierra,
como si pudiese curarles mirándoles a los ojos...
como si en su dolor, naciesen mis ganas de luchar.

Hay tardes que camino por la ciudad prestando atención al tráfico de miradas
y me cruzo con desconocidos
que seguro
fueron vecinos de terraza en otras vidas.
De hecho, el pasado se parece bastante a mirar gente, nunca sabes lo cierto que es y muchas veces te lo inventas.
Él siempre decía que las azoteas se hicieron con vistas al cielo para querer volar,
para ser un poco más Ícaros
y menos Julio Verne
en sus viajes al centro de la tierra.
Y yo,
en mi afán por entregarme a causas suicidas,
 me declaro dependiente del resto de vidas del universo,
creo que por eso es al leer a poetas como Ernesto o Salem cuando más guapa me siento,
y me tumbo
y me hago alas.
Hay quien dice que lo único que tenemos es el presente,
yo cada día me siento más llena de pasados
 y creo que los recuerdos son lo que más me gusta de mí.
El presente es sentir lo que hicimos ayer...
pero con menos fuerza,
el futuro es construir castillos en nuestros estómagos y llenar sus salones de mariposas,
por lo que podamos sentir mañana.


MC




miércoles, 18 de diciembre de 2013

Fuerzas mayores

He escrito para ti,
y el mundo me ha pedido que no te deje leerme.
Me dijo que sufrías, desde hace ya unos meses...
'fuerzas mayores nos separan' o eso me hizo creer.

No entiendo, para el amor la única fuerza mayor es la muerte.
-Y ni siquiera...-
Pero es igual, como no quiero que sufras... voy a quemar mis cartas.

No sé qué tal llevas eso de olvidarme.
yo una vez escuché en una canción que ningún amor muere, sólo cambia de lugar en la memoria...
y creo que tiene razón.
¿No crees?

Recuerdo tantas cosas, que a veces no sé dónde te he puesto y me creo que te he olvidado.
-cuando eso ocurre, suelo sonreír-

¿Sabes? antes, cuando te pensaba, solías aparecer
entre los besos que inventamos y no hicimos, y la lluvia que nos acompañó a casa el último febrero.
Como un buen amigo que guarda silencio y sabes que está.

Ahora también guardas silencio, pero es distinto...
Algo me dice que se te han acabado las respuestas, que ya no formo parte de tu vida, y que has hecho un hueco bonito en tu memoria, para mí.

Lo peor es que aquí, llamamos recuerdos a aquello que no vamos a volver a tocar.
Como quien se siente más seguro poniendo candados en los puentes.

Quizás el mundo tenga razón, 'fuerzas mayores nos separan'


MC

martes, 3 de diciembre de 2013

"Por el dolor del mundo"

El domingo pasado fue un domingo de dolor, el motivo no os importa así que no preguntéis.
Era uno de diciembre, hacía sol, y aunque parece que suena a ducha larga, ventanas abiertas y Extremoduro llenando el aire de palabras y guitarras, he de deciros que a veces la vida no es tan bella, y donde pone una boca bonita para sonreír deja caer sus más bajos hachazos.
Aquella mañana, lo único que yo pude oír fue el llanto humilde del mundo.
Mi abuelo siempre hablaba de ello, cuando lo hacía nos miraba con ojos profundos como si Dios estuviese detrás de él mostrándonos sus secretos.
"Por el dolor del mundo" decía. Y así brindó todas las dolencias de su cáncer. Por algo que desgraciadamente muy pocos recuerdan y cuando lo hacen, más tristemente aún: suele ser navidad.
El dolor del mundo no se puede imaginar, porque si se pudiese seguramente moriríamos intentándolo.
La tierra está llena de personas rotas que realmente no tienen motivos para vivir y en cambio, ahí están. Sufriendo las ruidosas quejas diarias de todos aquellos que jamás han probado el dolor, y que ignoran que las mayores tristezas son las que provocan los gritos más silenciosos.
Hay quien dice que felicidad y dolor están muy cerca y por eso podemos llorar de alegría. No sé, a mí siempre me ha sonreído la vida y en cambio creo que eso sólo puede decirlo alguien que no ha sufrido.
Como dijo Staples Lewis: "el dolor es su megáfono para despertar a un mundo adormecido". 
Puedes cerrar tus oídos y cruzar los dedos esperando que el destino te bese, o puedes tratar de escuchar y asustarte, e incluso a veces querer morir. Formar parte de una humanidad en la que nos tomamos las fronteras muy enserio e ignorar al prójimo es un tópico, o unirse al unisono de una vida que no entendemos pero que nos lo da todo. 
Bécquer temía quedarse a solas con su dolor, él sabía que desde fuera sus límites son inalcanzables y que el hombre, por naturaleza, teme lo desconocido.
En Peter Pan, Barrie dice que todos los héroes sienten miedo en el instante en el que se lanzan a la lucha, y eso no resta valentía. De hecho, la valentía es fruto de conocimiento del dolor, los valientes son aquellos que se te atreven a vivir escuchando el dolor del mundo.
Es por ello que en realidad: no hay nada más hermoso que un derrotado con su bandera rasgada por vestido.
Yo siempre lo dije: el dolor hace que la felicidad tenga sentido.Y aunque se me encoje el pecho pensando en todo esto, sabiendo que la vida es más fácil de otra manera, os dejo mi invitación en el aire, en vuestras habitaciones, o en el autobús, o en la calle, o dónde estéis... por si alguna vez decidís bailar con los valientes.
Ya sabéis que puede ser el día que queráis, incluso uno de esos de sol que suenan a Steve Harley, a cambiar los abrigos por vestidos y a caminar descalzos por el jardín.


MC