'La poesía es un retrato sin pudor de los huecos que dejan las personas en nosotros'. MC

domingo, 17 de abril de 2016

Entorno al fuego.

 Para todos aquellos que han tenido alguna vez 
la suerte infinita de sentarse con amigos 
entorno al fuego


Allí aprendimos a quemarnos
que es mucho más dificil que aprender a no quemarse.
Allí  nuestros ojos reflejaban la luz ambar de la oscuridad
un reboltijo de diminutos infiernos
de lenguas pataleando en el aire.
Todos parecíamos más mágicos allí.


Allí, a su alrededor
nacieron las ideas más descabelladas,
los besos inimaginables
las aventuras que más fuertes nos hicieron después.
Nacieron también las canciones de risa y guitarra
los juegos de aguantar hasta las tantas sin un porqué.

Allí
dábamos la espalda a la oscuridad sin miedo
de pronto, no existía la vida de nadie y nadie se paraba a darse cuenta.
Hasta se nos olvidaban las flores.

Allí,
entorno al fuego.


MC

miércoles, 24 de febrero de 2016

Querido diario.

Querido diario:
Esta vez
es 'la vez'.

Se llama...
Amapola
y aunque no huele a primavera
lleva el verano
escrito en la frente

La he conocido en pleno centro de la ciudad
en ese rincón de cemento
lejos de cualquier árbol
que lo más cerca
que ha estado de la hierba
ha sido en su contacto
con la ceniza de aquellos porros
que olían a perderse y a reír.

Ha pasado corriendo
cruzando el paso de cebra
sin pisar las lineas blancas
y ha convertido
esa plaza vieja de la que nació Madrid
en un campo sin límites
a las afueras del mundo.

No sé si te has dado cuenta
querido diario
de que he dicho 'se llama Amapola'
y no 'se llamaba...'
es tan presente
que el pasado ya no me pesa
y sólo puedo imaginar el futuro sonriendo.

Creo que voy a empezar
otra vez
con el buenos días
y el me gusta la lluvia.
Creo que ahora le gusto a la vida.

Lo sé
porque cuando la he visto girar la calle
con ese vestido rojo
suelto
he sabido que fue ella
aquella amapola
que regalé a mi madre
cuando yo apenas sabía andar
cuando aún era mi madre
a secas
ni Melchor, ni Gaspar
ni viuda, ni gris.

Lo sé
porque puso la misma cara
-de amor-
que yo
cuando la he visto volar entre la gente,
tan lejos de la realidad
y tan cerca del ensueño.

Subía Montera
como quien cabalga por una selva de ruido
en la que no hay
entre tanta exuberancia
lugar para las flores.

Ella se parece
a la luz de los días largos
al azúcar cuando necesitamos café
a la palabra invierno cuando vives en el sur,
en resumen
a todas esas cosas por las que tenemos que dar las gracias.

Encontrarla,
querido diario,
fue como inventar el lugar más hermoso del mundo
y terminar aquí:



MC.