'La poesía es un retrato sin pudor de los huecos que dejan las personas en nosotros'. MC

lunes, 23 de febrero de 2015

20 Mujeres.

Una pelirroja deletrea ''lluvia'' en una clase de lenguas muertas en una cafetería de Dublín.
Una madre de ojos miel cose botones de cristal a una chaqueta de segunda mano en un primero izquierda dos calles más allá de Preciados en Madrid.
Una rubia de cuento sonríe a nadie en una playa fría del mar en Nordjylland.
Dos ancianas hablan entre murmullos de la muerte mientras cosen redes en un pueblecito griego.
Una secretaria se agarra a una farola para sacar una diminuta piedra de su tacón en una Quinta Avenida en la que solo existe el asfalto.
Una quinceañera llora escuchando su canción acurrucada en el vagón de una antigua línea de metro rusa que aún funciona.
Una morena, también de espíritu, baila con un vestido de flores celebrando que es libre en el balcón roto de un bloque en un barrio pobre de Brasil.
Una mujer con pintalabios mira su reloj mientras se abrocha un abrigo negro y se muerde el labio inferior preocupada.
Una niña con zapatos de princesa y corona mira ensimismada las burbujas que un hombre con hambre lanza al aire por unos céntimos en un parque de París.
Una casada arrepentida de ojos verdes sueña sentirse musa reflejándose en los cristales de una tiendecita de Montmartre.
Una mujer de cabellos blancos se agacha despacio para cambiar unas flores secas por otras aún casi sin abrir en un pequeño cementerio lleno de árboles a las afueras de Bremen.
Una mujer se maquilla para sí misma en el retrovisor de un coche viejo en la cima de una cuesta de San Francisco.
Una veinteañera que ya vive lejos de su hogar sale sin peinarse a comprar dulces a una tienda de chocolatinas en Bélgica.
Cuatro compañeras de trabajo celebran con un abrazo un no en un restaurante extraño en el centro de Tokio.
Una hija que lo ha perdido todo ordena sus recuerdos en forma de fotos arrugadas en su cartera a la salida de un instituto medio derruido en Irak.
Una joven con ojos de dolerle el mundo se sube a una estatua sin sentido con una bandera blanca en la mano entre la multitud de una protesta por la paz en Siria.
Dos amigas vestidas con lentejuelas espantan palomas mientras corren dadas de la mano por una calle estrecha en un amanecer Veneciano.
Una maestra de ojos azules hace ruido con las pulseras sobre la barandilla congelada de un mirador en Finlandia mientras habla de la extinción del oso polar.
Una mujer de pelo largo hasta la cintura sorbe de un cóctel rojo en la terraza de un barrio latino de Santa Fe por el que le gusta pasear.

20 de hombres las miran. 20 hombres se enamoran.

MC



1 comentario:

  1. Buenas tardes,

    Te dejamos nuestra página por si te interesa leer o compartir algo.
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    Un saludo

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